Reescritura de anécdota: Tomemos un helado en Pololo
Siempre odié el verano de Buenos Aires. La humedad aumenta y la transpiración también. Muchos de mis amigos se van de vacaciones y, para colmo nunca concuerdan con las propias. Es cómo si el destino se dispusiese a hacer del verano el momento mas tedioso e irritante de todo el año. Por supuesto, aquel verano de 1984 no fue la excepción. Todavía recuerdo como todos mis amigos, que conformaban el equipo de fútbol del barrio, habían desperecido como por arte de magia para "disfrutar" el mismo sol ardiente a unos 500km de distancia. ¿Qué diferencia hace tener una extensión de agua al lado con temperaturas tan agobiantes? Encima dejando al equipo así de desamparado! que descaro. En la cuadra sólo quedaba la vecina que vivía frente a mi casa para "jugar". Por supuesto, para mí, vestir y desvestir a una bebé de juguete, no era jugar. Además, los hombres no juegan con las nenas, para eso están justamente sus muñecas. Lo que no sabía entonces es que una noche, durante lo...