Puertas
Gianluca Orsetti
Comisión 07
Modalidad individual
Cuando se trata de momentos de lectura memorables, creo que la mayoría de nosotros puede decir con soltura que guardamos varios de ellos. Pero entiendo que la consigna va un poco más allá de eso, e intenta que recreemos esos momentos realmente significativos, aquellos que nos abrieron puertas que no sabíamos ni que existían.
Comisión 07
Modalidad individual
Momentos de lectura
Cuando se trata de momentos de lectura memorables, creo que la mayoría de nosotros puede decir con soltura que guardamos varios de ellos. Pero entiendo que la consigna va un poco más allá de eso, e intenta que recreemos esos momentos realmente significativos, aquellos que nos abrieron puertas que no sabíamos ni que existían.
Para dicha tarea, me considero lo suficientemente afortunado como para distinguir 2 momentos de tal porte.
El primero es de cuando tenía 3 o 4 años. Mis padres fueron a la famosa Feria del libro (palacio del aburrimiento para el Gian de entonces), dejando a la niñera oficial, mí abuela, a cargo de mi hermana menor y de mí.
Ese día me regalaron el libro que, con el tiempo, llegaría a reconocer como "mí primer libro". Había tenido antes otros cuentos para niños y cosas por el estilo, pero este era diferente, este se convertiría en una marca personal, la especialidad de la casa.
El libro en cuestión era una especie de enciclopedia de dinosaurios adaptada para chicos, donde encontré una gran fascinación que, por muchos años, creí que convertiría en mí profesión (en realidad nunca se sabe con certeza, ¿No?), la paleontología.
Ese momento me abrió al mundo de la literatura a temprana edad y, aunque con el tiempo me haya alejado bastante de ella, me sirvió para formarme en primeras instancias, mis primeras ambiciones, primeros anhelos, ect.
El segundo momento es hasta más significativo, porque me permitió desarrollar con él una rama de intereses que no sabía ni que tenía, quizás porque ya era un poco más grande con mis 13 años aproximadamente, quizás porque es algo que se me hizo más fácil compartir con terceros o quizás simplemente porque yo le doy más significado.
El día que mí tío me introdujo a la afición por el mundo del cine, vimos "Una mente brillante", película que relata la vida de John Forbes Nash. Si uno conociese de antemano la existencia siquiera del propio Nash o por qué es reconocido (por supuesto, yo lo ignoraba por completo), uno podría creer que el punto culmine en su vida, o lo que lo define es su gran desarrollo de la Teoría de juegos, que le valió una consagración como premio Nobel. Sin embargo esto en la película (spoiler alert), es sólo un detalle sobre el final en lo que a la trama en sí respecta.
Sin intención de arruinar la película para nadie, no podía entender cómo el ganar un Nobel fuese sólo un detalle, cómo se puede generar toda una trama que no tiene tanto que ver con eso.
La realidad es que con el tiempo entendí que los logros no valen por sí mismos, sino por todo lo que se atravesó para llegar allí. Las medallas y flores, no son más que la materialización de ese reconocimiento por toda una trayectoria, que en muchos casos es olvidada y corrida a un segundo plano. Porque cuando uno ve a un "campeón", nunca ve las horas dedicadas, el esfuerzo, el sacrificio, las adversidades superadas, nada.
Es entonces que entendí que el mensaje de la película, o por lo menos para mí, era justamente que la memoria de Nash (tomando su persona como ejemplo), no sea sólo "Nash, el que ganó el Nobel". Sino John Forbes Nash, hijo, amigo, esposo, padre, estudioso, sacrificado, obstinado, desarrollador de la Teoría de juegos y negociación, entre otras tantas características que tendrán que descubrir en la película.
Fue ese día, el que me permitió ver al cine, y al arte en general, como una forma de comunicar.
Hola Gian! Aprovecho que estaba viendo tu blog para dejarte un comentario. Este texto en particular me gusta mucho, primero porque se nota que estas abierto a nuevos conocimientos y creo que es súper importante en el ámbito de la escritura, el saber de lo que se escribe. Y en segundo lugar porque creo que coincidimos cuando decís que "con el tiempo entendí que los logros no valen por si mismos, sino por todo lo que se atravesó para llegar allí." Yo también creo que los procedimientos hablan más de los objetivos, que ellos mismos sobre sí.
ResponderEliminarOtra cosa que destaco y admiro mucho es cómo plasmas el cine en tus escritos sin hacerlo pasar desapercibido y al mismo tiempo dándole protagonismo a la trama del texto (no tiene por qué necesariamente ser la película en sí).
Si me permitís me gustaría decirte que el hecho de que uses preguntas retóricas (en 'Cuento "a lo Chejov"') suma mucho, porque, a mi parecer, los textos también tienen la finalidad de hacer pensar a quien los lee y no sólo quedarse con la historia tal cual está escrita. Me da la impresión de que son cuestionamientos que vos también te haces sin necesariamente estar en busca de respuestas.
Ojalá que sirva!